JUDAS

"JUDAS, O LA DEPURACIÓN DE NUESTRA ADORACIÓN"

Base Bíblica: Salmo 55:12-14

12Porque no me afrentó un enemigo, Lo cual habría soportado; Ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Porque me hubiera ocultado de él;
13Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, Mi guía, y mi familiar;
14Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, Y andábamos en amistad en la casa de Dios.

Introducción:

-Todos sabemos, porque así lo hemos entendido, que este pasaje habla acerca de la traición de Judas en contra de Jesús.
-Hace un tiempo atrás prediqué acerca de la traición de Judas y el punto de vista bíblico de cómo Jesús consideraba a Judas.
-Vimos pasajes en que se demuestra claramente que Judas era el amigo íntimo de Jesús.
-Judas tenía privilegios que los demás no tenían.
-A pesar de que Jesús conocía quién era realmente Judas, no lo cambió por otro y soportó su aparente amistad.
-Judas era el hombre confianza no solo de Jesús sino de todos los discípulos, de hecho era el Tesorero, cargo que no lo ostenta alguien que no sea de confianza.

-Pero el nombre Judas viene de la palabra “Judá” y “Judá” significa “Alabanza”.
-El nombre “Judas” puede ser el plural de alabanza, o sea “Alabanzas”. En otras palabras “Manifestaciones de alabanza para adorar y/o glorificar a Dios”.

-Judas es nuestra alabanza.

-Si Judas fue un traidor, nuestra alabanza puede ser una traición para Jesús.

-La alabanza ha sido puesta en nuestras manos como expresiones de adoración a Dios y no le hemos tomado el peso a tal responsabilidad.

-Judas no le tomó el peso de ser un discípulo de Cristo.
-Judas vio a Jesús como un hombre que los podía librar del yugo opresor de los romanos.
-Judas no vio a Jesús como el Cristo, no le vio como el Señor.
-Judas no vio a Jesús como el Hijo de Dios y digno de toda adoración.

-Muchas veces la alabanza que sale de nuestros labios no reconoce a Jesús como Señor y digno de ser alabado.
-La alabanza que sale de nosotros es condicionada a los beneficios que se pueda obtener de ella.
-Nuestra alabanza está condicionada a si Dios nos contestó tal o cual petición.
-Si no hemos recibido respuesta, nuestra alabanza no es sincera.
-Aunque decimos y cantamos “En todo tiempo te alabaré, en todo tiempo te adoraré”, solo son palabras bonitas pero que van mas allá de nuestra realidad.
-Nuestra realidad es que si estamos gozosos la alabanza es gozosa, si estamos tristes nuestra alabanza es triste.

-Nuestra alabanza se transforma en un expresar nuestras emociones del momento que estamos viviendo.
-Si la etapa es buena decimos Gloria a Dios, si la etapa es mala decimos “G-g-g-g-l-l-oria a Dios” pero solo por cumplir.

-Nuestra alabanza está viviendo la etapa de Judas cuando era un discípulo.
-Nos alegramos porque Él está con nosotros, cantamos, saltamos, bailamos, pero en nuestro interior existen otras razones.
-Nuestra alabanza necesita ser desenmascarada.
-Antes de que, por dinero, la compremos o la vendamos.

Bosquejo:

1. Judas el Discípulo

a. Años junto a Jesús dan experiencia
-Años en el ministerio
-Años alabando
-Años aparentando

b. El hombre de confianza
-El que guardaba el dinero,
-El que manejaba el tesoro, con lo que se compraba alimento, con lo que se ayudaba a los necesitados (¿Qué somos sus ministros hoy?).

c. El amigo íntimo
-Comía del mismo plato de Jesús (Participación de las bendiciones en intimidad con Dios).
-Tomaba decisiones a solas con Jesús (No pedía opiniones ni daba cuenta de su gestión).

2. Judas el Traidor

a. No era un enemigo (“Lo hubiera soportado…”)
b. No era el que me aborrecía (“Me hubiera ocultado de él…”)
c. Sino al parecer un íntimo (Mi guía, mi familiar, “juntos comunicábamos dulcemente los secretos, y andábamos en amistad en la casa de Dios”) (Los que ministran, los que sirven en el altar, los que reciben revelación, los que comparten misterios aclarados… al parecer un íntimo)

3. Judas, su verdadera identidad

a. Judas se esconde en la música (La alabanza pura se contamina con música no consagrada, esa música que a nosotros nos gusta)
b. Judas se esconde en las apariencias (La alabanza y adoración no son manifestaciones corporales o vocales, los verdaderos adoradores adoran en espíritu y en verdad)
c. Judas se vende (La alabanza se vende al mejor postor, al mejor receptor, al que lo hace sentirse bien, al que le hace recordar cosas agradables, al que piensa que la música es agradable a sus oídos)

Conclusión:

-¿Qué eres tu?
-¿Eres un Judas o eres un verdadero adorador?
-¿Se acuerdan cuando una mujer rompió su alabastro para ungir los pies de Jesús?
-Esa fue verdadera adoración.
-¿Pero qué dijo Judas?: "¿Porqué mejor no se vendió este perfume?"
-¿Serías tu capaz de vender lo que le corresponde al Señor?
-¿Venderías la adoración por reconocimiento, por fama, por dinero?
-¿Tu alabanza es para agradar a la gente o para agradar a Dios?
-¿Porqué te esmeras en que a la gente le guste y compre tus Cds?
-¿Qué pensará Dios de nuestra actitud?

Llamado:

-Necesitamos reencontrar el verdadero camino.
-Necesitamos aprender a adorar a Dios en espíritu y en verdad.
-Necesitamos demostrarle a Dios que toda alabanza le pertenece Él.
-Hoy es un buen día para decírselo personalmente.
-Ven adelante y pídele perdón al Señor.
-Ven adelante y ponte a cuentas con el Señor.
-Ven adelante y dile al Señor que desde hoy en adelante toda alabanza que salga de tu boca será solo para su gloria y honor.


Shajah