Temas sobre Adoración

SOLO PARA ADORADORES HAMBRIENTOS DE LA PRESENCIA DE DIOS

Sunday, June 18, 2006

LA ARENA

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Anoche estuve en “La Arena, Santiago”, un nuevo lugar en Santiago de Chile para espectáculos masivos, tiene forma circular, algunos le llaman el “domo”. Queda ubicado en medio del Parque O’Higgins. Su interior, bellísimo. Mas aún si el evento que se presentaba era dedicado a Dios.

Marcos Witt grabó anoche allí “Alegría”, su próximo CD, que irá también en DVD. El escenario, la iluminación, el sonido, las canciones, los músicos, el coro, los bailarines, la gente, la presencia de Dios, todo era grato, expectante, avasallador.

Me fue imposible no recordar que, hace muchos años atrás, en un lugar también llamado “La Arena”, pero en la ciudad de México, Marcos Witt en esa ocasión grababa “Recordando” un disco en que hace un homenaje a cantantes que marcaron un hito en la música cristiana en español. También estuvo en esa ocasión Jaime Murrell grabando su video “Cristo Reina“, que incluía la canción “Pon aceite en mi lámpara Señor”.

Como no recordar esos tiempos en que la revelación de la Alabanza y Adoración como nuestro primer ministerio era algo que causaba escozor entre nuestro liderazgo fundamentalista, mas bien diría conformista, pues se habían quedado pegados en su servicio a Dios, pero dejando de lado su adoración a Dios.

Como no recordar los dramas que vivimos quienes habiendo recibido del Señor una revelación en cuanto a la renovación de nuestra alabanza transformándola en adoración, no podíamos compartir este sentir por carecer de elementos que avalaran lo que sentíamos. Como no recordar el hecho de que, siendo músico, nunca supe que debía ser un adorador. La música la utilizábamos como “relleno” previo al sermón, como gancho para atraer a los pecadores en las Campañas Evangelísticas, como una actividad “extra-cultística”, como oficio, como profesión, como algo agradable a los oídos de nuestra audiencia, pero nunca como un vehículo para llegar a la presencia misma de Dios.

Fue por eso que sentí un vivo celo de conocer más de qué se trataba lo que Marcos Witt y tantos otros cantantes estaban haciendo en México y en Centroamérica. Fue por eso que me obsesioné con la idea de viajar a México y conocer personalmente lo que allí estaba sucediendo. Parecía un “Quijote”, muy pocos creían en mi. Pero me las arreglé para pedir permiso en mi trabajo, me las ingenié para conseguir el dinero para los pasajes y la estadía. Mi esposa siempre me apoyó, y me animó a conseguir lo que Dios tenía para mi y para tantos como yo alrededor del mundo.

El viaje en sí fue toda una odisea, no sabía donde iba a llegar, ni donde me iba a alojar, solo sabía que tenía que ir. Era la primera vez que me subía a un avión y mi primer vuelo duró más de 9 horas. Pero Dios tenía todo preparado de antemano. Un grupo de Adoradores en el aeropuerto de San José en Costa Rica, esperaban su vuelo para ir también a México, a quienes oí cantar al bajar del avión después de que, por mal tiempo tuvimos que ir a Panamá, pues las dos veces que el piloto intentó aterrizar en San José no se pudo debido a la lluvia y al mal tiempo reinante. La música y esas canciones llenaban aquel lugar y me acerqué para saber de ellos. Desde ese momento fui uno más de esa delegación que ya tenía todo debidamente planeado para su estadía en México, si hasta turismo hicimos, después que terminó el Congreso.

En “La Arena”, en México, mi hambre de adorador fue comenzando a ser saciada. En “La Arena”, en México encontré sosiego para mi alma agitada. En “La Arena”, en México conocí lo que era ser un adorador. En “La Arena”, en México, comenzó para mi una nueva vida.

A mi regreso a Santiago de Chile, todo sería diferente, para mí hay un antes y un después de lo vivido en ese congreso de adoradores realizado en “La Arena”, México. Chile ya no sería el mismo, pues personalmente me encargué de remover las viejas estructuras doctrinales de la adoración, para transformarlas en algo vivo. Desde esa ocasión no hemos dejado de hacer y promover seminarios y congresos de alabanza y adoración. Incluyendo en el año 1996 en que hicimos un congreso internacional con asistentes de varios países vecinos.

Mi hijo mayor posteriormente conocería a Marcos Witt en persona, a sus músicos, a Emmanuel Espinoza, quien le legó su bajo G&L, el mismo que fue usado en diferentes grabaciones. Mi hijo también viajó a México, pero esta vez invitado y recibido personalmente por Marcos. Las vivencias de mi hijo, como una nueva generación de adoradores, seguramente el, en su tiempo las dará a conocer, para la gloria de Dios.

En el nombre “La Arena” se funden generaciones de adoradores. En “La Arena” se mezclan viejos y nuevos músicos. En “La Arena” (México) vibré por primera vez con multitudes adorando al Señor, pero yo estaba solo, era el único chileno entre miles y miles de adoradores. En “La Arena” (Santiago) pude soltarme y fundirme en medio de las voces de miles de chilenos adorando junto a toda mi familia, mi esposa, mis 3 hijos, mi nuera y mi nieto, además de varios jóvenes y hermanos que hoy forman parte de lo que es nuestra congregación “Templo de Adoradores CORBÁN”.

Las canciones de “Alegría” serán escuchadas en todo el mundo, el DVD será visto por millones de personas, y nosotros seremos parte de lo que fue ese día, bajo la preciosa presencia de su Espíritu Santo uniendo nuestras voces y nuestros corazones.

Marcos Witt fue y seguirá siendo un imprescindible pilar del movimiento de renovación en la alabanza y adoración de esta generación y de las venideras. Marcos Witt fue el hombre que Dios levantó en un apartado y solitario pueblito llamado Durango al norte de México, pero que logró que Dios se levantara de su trono y que hiciera callar a sus ángeles para comenzar a oír una nueva generación de adoradores que le adoran en espíritu y en verdad. Adoradores que Él andaba buscando, adoradores que Él estaba esperando oír.

Te amamos Marcos, y siempre serás motivo de agradecimiento a Dios por habernos despertado. Te amamos Marcos, eres el “chispero” especial de Dios para encender nuestra alegría. Te amamos Marcos, porque has llegado a “lo postrero de la tierra” y desde aquí declarar a las naciones que la verdadera alegría viene y le pertenece solo al Señor. Te amamos Marcos, porque nada te importó, nada te detuvo, nada ni nadie frenó tu corazón de adorador. Te amamos Marcos, eres un buen ejemplo a seguir.

Shajah